crédulo, la.
(Del lat. credŭlus).
Desde El Escorial, Ortega miraba “su” Sierra de Guadarrama,
e imaginaba a un segoviano, viéndola desde el otro lado, para explicar el
perspectivismo. Absurda, consideraba, una disputa sobre qué visión era la verdadera.
La realidad no puede ser inventada, es vista desde el punto que cada cual ocupa.
Así, cada hombre tiene una misión de verdad, y ésta se divide en perspectivas
individuales.
Te alejas de la realidad cuando rechazas un punto de vista,
o en el momento que un individuo distorsiona su perspectiva y tú la asumes como
parte de la verdad. Por tanto, son imprescindibles tolerancia, confianza y sinceridad.
Los mass-media “clásicos”
han sido la principal fuente de perspectiva durante el siglo XX, evolucionando
de localidad a globalidad. Y en España, de información a opinión, de vocación a
profesión, de realidad a distorsión, siempre con loables excepciones.
Desembocando en la escasa confianza de nuestra generación en sus perspectivas.
Ahora parece que es internet, y principalmente las redes
sociales, nuestra fuente. Nuestra confianza, ahora recae en un “conocido
anónimo”, que describe “su” Guadarrama, a su manera, y dudamos de la del
periodista, probablemente mejor detallada, más precisa y mejor contextualizada
que la primera. Una fotografía o un vídeo de dos minutos, sin pie de foto ni
voz en off completándolos, vale más
que mil palabras, y nos dan la verdad.
Los “conocidos anónimos”, ¿son tolerantes? ¿sinceros? ¿su perspectiva
es digna de tu confianza? Claro, es como tú, un tipo normal detrás de su
ordenador, no va a mentir a un igual, a otro oprimido como él, son los otros los que distorsionan. Y los otros, ese
concepto tan abstracto, son el enemigo,
porque no hay como un enemigo común, para generar empatía y unión.
Cada día, la empatía crea una nueva revolución en este mundo
2.0, los internautas, se vanaglorian de levantar al pueblo, supuestamente
sedado, y amenazan con desbancar al establishment sólo a golpe de ratón y
pancarta, en principio.
Llevo una semana intentando no ver, escuchar ni leer noticiarios,
dejando twitter como principal fuente
de información sobre la #primaveravalenciana, y según los temas del momento, van surgiendo preguntas:
1.
¿El enemigo de la policía son los estudiantes?
2.
¿La policía es fascista?
3.
¿El colegio tenía calefacción o no?
4.
¿Por la noche se dan clases a mayores de 25?
5.
Si reúno a un grupo de gente para cortar la Gran
Vía porque no hay aire acondicionado en la biblioteca de mi pueblo, la policía
nos invita a marcharnos, desobedecemos y nos corren a porrazos, la culpa es ¿de
la policía? ¿del alcalde? ¿la Subdelegada del Gobierno en mi provincia? ¿del
Presidente del Gobierno? Porque mía no.
6.
¿La calle es la solución a todos nuestros
problemas?
7.
¿Ya es primavera en el Corte Inglés de Valencia?
Reuniendo perspectivas de mis “conocidos anónimos”, las
respuestas son:
1.
Si, y cualquier persona de buena fe.
2.
Sin duda. Incluso algunos llevan chapas de
Franco.
3.
No.
4.
Viendo fotos y vídeos de las manifestaciones
parece que sí, pero no.
5.
De la Subdelegada para arriba.
6.
Por supuesto.
7.
Todavía recabando información.
Buena entrada ésta.
ResponderEliminarSe me ocurre un tema para una próxima. A ver qué le parece el tema MERCASEVILLA-ERES-REPTILES-INVERCARIA.